Bienvenidos a la galería del Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir (OAN-SPM). Esta galería alberga una colección de imágenes astronómicas obtenidas por usuarios del OAN-SPM.
Las nebulosas son nubes interestelares de polvo, hidrógeno, helio y otros gases ionizados (por ejemplo, O[III] y N[II]).
Dentro de estas nubes, el gas y polvo se acumulan para formar regiones masivas que atraen más material y
que, eventualmente, son lo suficientemente masivas para convertirse en estrellas. Es dentro de estas regiones donde
nacen las estrellas, por ello es común referirse a ellas como regiones de formación estelar.
Dependiendo de si emiten, reflejan o absorben la luz estelar a su alrededor, las nebulosas se clasifican
en tres tipos: nebulosas de emisión, nebulosas de reflexión y nebulosas de absorción u oscuras.
Los cúmulos globulares son sistemas esféricos compuestos de cientos de miles de estrellas ligadas estrechamente
por gravedad. Se encuentran orbitando el centro de la Vía Láctea y otras galaxias en una distribución más o menos
esférica.
Las estrellas dentro del cúmulo globular se forman simultáneamente y apartir del mismo material interestelar, es por ello
que tienen la misma edad y composición química.
Hoy en día se sabe que los cúmulos globulares poseen las estrellas más viejas de una galaxia, es decir, las primeras
estrellas que se formaron. Esto los ha convertido en herramientas esenciales en el estudio de la historia de
formación y evolución de nuestra y otras galaxias.
Las nebulosas planetarias se forman cuando una estrella consume todo el hidrógeno en su centro. Dentro de cinco mil millones
de años nuestro Sol se convertirá en una nebulosa planetaria. Cuando esto sucede, la estrella central se enfría y expande,
conviertiéndose en una estrella gigante roja. Eventualemnte, las capas externas de la gigante roja son expulsadas a velocidades
de decenas de miles de kilómetros por hora, dejando atrás una estrella muy caliente. La interacción del material rápidamente
expulsado por la estrella y el material alrededor de ella, crea un hermoso cascarón de gas difuso conocido como nebulosa planetaria.
Finalmente, la estrella central colapsa para convertirse en una estrella enana blanca.
Las nebulosas planetarias juegan un papel crucial en la evolución química de las galaxias, debido a que regresan al medio interestelar
gran parte de su material rico en elementos químicos.
Las galaxias son grandes conjuntos de estrellas, gas y polvo ligados por gravedad.
Dependiendo de su forma, las galaxias se clasifican en elípticas, espirales e irregulares. Cada uno
de estos tipos tiene características e historias de evolución diferentes.
Las galaxias elípticas tienen forma elipsoide, estrellas viejas y poco contenido de gas y polvo. Alrededor
de la mitad de las galaxias en el Universo son de este tipo.
Las espirales tienen forma de disco y brazos de estrellas que se curvan alrededor de su centro. Contienen
grandes cantidades de gas y polvo, donde continuamente se forman nuevas estrellas. Los centros de algunas galaxias
espirales no son esféricos, sino en forma de barra y varias son las que albergan un agujero negro en sus centros.
Por último, las galaxias irregulares, como su nombre lo sugiere, no tiene forma definida. Este tipo de galaxias son más
pequeñas, pero presentan un mayor porcentaje de estrellas jóvenes, gas y polvo, que las galaxias elípticas y espirales.
Las galaixas tienden a aglomerarse en grupos y cúmulos de galaxias. Algunas se encuentran tan juntas que la interacción
gravitacional entre ellas produce deformaciones y brotes de formación estelar.
Los cometas son cuerpos rocosos compuestos de hielo, polvo, dioxido de carbono, amoniaco y metano. Se encuentran orbitando
el Sol siguiendo trayectorias elípticas, parabólicas o hiperbólicas. En su perihelio (punto de la trayectoria
más cercano al Sol), los cometas se calientan y expulsan gas, formando colas. Al igual que los asteroides, los cometas son
restos de la gran nube de gas y polvo que dio origen al Sistema Solar, hace aproximadamente cinco mil millones de años.